viernes, 24 de diciembre de 2010

El Águila que Nunca Fué

Un guerrero indio encontró un huevo de águila en el tope de una montaña, y lo puso junto con los huevos que iban a ser empollados por una gallina. Cuando el tiempo llegó, los pollitos salieron del cascarón, y el aguilucho tambien. Después de un tiempo, aprendió a cacarear al escarbar la tierra, a buscar lombrices y a subir a las ramas mas bajas de los árboles, exactamente como todas las gallinas. Su vida transcurrió creyendo que era una gallina.

Un día, ya vieja, el águila estaba mirando hacia arriba y tuvo una visión magnífica. Un pájaro majestuoso volaba en el cielo abierto como si no necesitase hacer el más mínimo esfuerzo. Impresionada, se volvió hacia la gallina más próxima y le preguntó:

- ¿Qué pájaro es aquel?
La gallina miró hacia arriba y respondió:

- ¡Ah! Es el águila dorada, reina de los cielos. Pero no pienses en ella: tu y yo somos de aquí abajo.

El águila no miró hacia arriba nunca más y murió creyendo que era una gallina, pues así había sido tratada siempre.


Regresar a Reflexiones de Edificación

No hay comentarios:

Publicar un comentario